El Ayuntamiento de Mutriku viene desarrollando políticas que tratan de conjugar su ambiente de desarrollo con una política de protección del medioambiente. En este campo el conjugar productividad con descanso es, a veces, una tarea complicada en la que los resultados obtenidos no se corresponden con los esfuerzos realizados.
En esta línea de trabajo Mutriku, al igual que otros municipios, tiene previsto el control y gestión del ruido en locales de pública concurrencia y zonas públicas para lo que pone las bases para implantar en el municipio un sistema de supervisión medioambiental en materia de ruido.
Calidad medioambiental
Hoy en día la sensibilización de los ciudadanos con respecto al medioambiente en que desarrollan sus actividades es creciente, siendo argumentos cada día más utilizados en la promoción de zonas urbanas: acercamiento a la naturaleza, confort natural, medioambiente limpio, etc. Es decir, que la calidad medioambiental es una medida del desarrollo de la comunidad.
El Ayuntamiento de Mutriku, teniendo en cuenta las políticas expresadas en su Agenda 21, está implantando dentro de la villa un sistema de supervisión medioambiental en materia de ruido, capaz de realizar medidas de niveles de presión sonora en las fuentes de ruido trasladando los datos a un centro de supervisión en la que se realizará el procesamiento de los mismos de forma que podamos obtener como resultado una información fidedigna con objeto de obtener:
A ) Evaluación de los parámetros de los focos ruidosos.
B ) Acceso a los datos obtenidos de los parámetros analizados en los focos.
Con la implantación de este sistema se da respuesta a lo expresado en la directiva europea sobre 'Gestión y evaluación del ruido medioambiental 2002/49/CE' en la que se expresa la obligación de las autoridades de conocer la situación acústica de su ciudad y dar a conocer a sus ciudadanos a los niveles a los que están sometidos. Esta directiva es una consecuencia directa de las ideas expresadas en las estrategias de Desarrollo Sostenible de los planes de la Agenda 21 y la política común expresada en el Libro Verde de la UE en el que se manifiesta que la información es básica para la solución de los problemas de ruido en las ciudades. Esto obliga a las autoridades municipales a disponer de herramientas para que sirvan la información al público sobre la situación real del municipio en materia de ruido y el estado de control de las fuentes.